Bacalabacín

Cortamos la punta de un calabacín, lo abrimos a la mitad longitudinalmente, le hacemos unos cortes con el cuchillo en los dos sentidos en diagonal formando rombos, aceite, sal y al horno un ratito a 180º, enseguida se hace. Ponemos a calentar leche. Al lado, mejor en un cazo: cuanta menor superficie más sube el aceite y menos necesitamos, confitamos bacalao sin calentar mucho el aceite. Cuando vemos que ya está hecho, blandito, que se aprecian las capas; lo retiramos y pasamos el aceite aprovechando así el sabor a una sartén o sauté donde pochamos cebolla, ajo y pimiento verde (sal y pimienta). Si nos sobra aceite dejamos la restante en el primer cazo donde hicimos el bacalao. Aquí necesitaremos muy poca, con que sólo cubra el fondo es suficiente, le añadimos mantequilla y cuando esté derretida unas tres cucharadas de harina que movemos rápido para que se cocine y no se queme. A medio fuego esperamos que se haga la verdura y vamos añadiendo la leche caliente al roux (grasa y harina a partes iguales) para formar una bechamel que no dejaremos de mover y ya nos gustamos con sal, pimienta y nuez moscada. Cuando la verdura ya esté al dente añadimos el bacalao a trozos (se desmiga fácil), la carne del calabacín troceada (sale sola con una cuchara), bien de bechamel y removemos. Rellenamos el calabacín, cubrimos con la bechamel, espolvoreamos con queso rallado y a horno máximo, parte de arriba unos tres o cuatro minutos. Ya se ve cuando está con el color del queso. Buen provecho. Gracias.