Tras esta frase se han cometido muchas de las más grandes atrocidades u osadías particulares que han llenado y llenan nuestra vida de diversión pero ésta que les cuento ahora es pequeña, una broma.
Entrar en una tienda de barrio, supermercado... y decir:
- ¿Tienen harina de pera?
- ¡¿Harina de pera?!?!?! No.
Ahí hay que hacer que uno se va y al llegar a la puerta girarse bruscamente:
- ¿Y arándanos para celiacos?
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